El Niño de Dios
La doncella de Nazareth, la llena de gracia, al asumir en su vientre al Niño Jesús, la Segunda Persona de la Trinidad, se convierte en la Madre de Dios, dando todo de sí para su Hijo.
Es por ello que María es modelo para todo cristiano. En nuestra Madre Santa María encontramos la guía segura que nos introduce en la vida del Señor Jesús, nuestro único Salvador.