Parroquia de San Lázaro

Mes de María 2020

#MesDeMaría: Del 8/11 al 8/12

Entre el 8 de noviembre y el 8 de diciembre (Día de la Inmaculada Concepción), Chile vuelve a celebrar el Mes de María.

En la Parroquia San Lázaro, hemos preparado una programación especial que incluye:

Apertura de nuestro templo para la oración personal,  entre las 10:00 de la mañana y la 1:30 de la tarde, de lunes a viernes .

Celebración del Mes de María (Oraciones y Santo Rosario). Carácter presencial (aforo máximo: 50 personas). Entre lunes y viernes, a las 12:00 del medio día. 

Rosario entre lunes y viernes: 20 minutos antes de la Misa online de las 7:00 de la tarde.

Santa Misa, de carácter presencial (aforo máximo: 50 personas), los domingos, a las 9:00 am; 10:00 am; 11:00 am; 12:00 mediodía; y 7:00 de la tarde.

Rosario del Alba, Santa Misa y desayuno colectivo, de carácter presencial, los sábados a las 7:00 de la mañana. Dirección: Vergara 366.

NOTA: Previo a las actividades presenciales en la Iglesia San Lázaro (Ejército 412), los asistentes deberán inscribirse en la entrada del templo, a fin de controlar el aforo máximo de 50 personas. De igual forma, se solicita el uso de mascarilla y conservar distancia de 2 metros entre personas.

Calendario mariano

La Conferencia Episcopal de Chile, ha preparado y publicado en el sitio iglesia.cl un  especial de actividades, eventos, oraciones, manuales y otros recursos en torno al Mes de María.

Para acceder a este especial pincha en el calendario que ves a la derecha.

Manual del #MesDeMaría

Oración inicial

¡Oh María!, durante el bello mes que te está consagrado, todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo, y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos.

Para honrarte, hemos esparcido frescas flores a tus pies, y adornado tu frente con guirnaldas y coronas. Mas, ¡oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes. Hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Éstas son las que Tú esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que pueden depositar a sus pies, es la de sus virtudes.

Sí, los lirios que Tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones. Nos esforzaremos, pues, durante el curso de este mes consagrado a tu gloria, ¡oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin manchas, y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas aun la sombra misma del mal.

La rosa, cuyo brillo agrada a tus ojos, es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos, pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia, cuya Madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal.

En este mes bendito, procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida, y con tu auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y esperanzados.

¡Oh María!, haz producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes; que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más santa y la mejor de las madres. Amén.