Chile vuelve a hablar de solidaridad al mundo
Como cada 18 de agosto, Chile conmemora hoy la solidaridad de manera especial, haciendo honra al famoso Padre Hurtado, fundador del HOGAR DE CRISTO y autor de numerosas obras e iniciativas que siguen impacto positivamente la vida de huérfanos, inmigrantes en condición de pobreza, personas en situación de calle, adultos mayores y otros grupos vulnerables.
¿Por qué se celebra el Día de la SOLIDARIDAD en Chile?
- El 18 de agosto de 1994, el Parlamento chileno formalizó una honra especial a la memoria del abogado, legislador y sacerdote jesuita Luis Alberto Miguel Hurtado Cruchaga, pero sobre todo a la obra que nació y se concretó desde su condición humana, especialmente inclinada hacia la compasión y la solidaridad. En la mencionada fecha, y cada año desde entonces, Chile pasó a celebrar el Día de la Solidaridad.
- Esta efeméride siempre es oportuna para activar esa virtud, que no debería confundirse con limosnas, precisamente por el ejemplo del sacerdote jesuita, nacido en Viña del Mar el 12 de abril de 1901. Entre las obras popularmente conocidas de su legado, figura la famosa Fundación Hogar de Cristo, a través de la cual canalizó múltiples recursos para asistir a los más pobres, como indigentes, niñ@s y jóvenes abandonados y/o huérfanos.
El Padre Hurtado desde su cosmovisión...
«Cristo se ha hecho nuestro prójimo, o mejor, nuestro prójimo es Cristo que se presenta a nosotros bajo una u otra forma: preso en los encarcelados; herido en un hospital; mendigo en la calle; durmiendo, con la forma de un pobre, bajo los puentes de un río. Por la fe debemos ver en los pobres a Cristo, y si no lo vemos es porque nuestra fe es tibia y nuestro amor imperfecto. Por esto San Juan nos dice: Si no amamos al prójimo a quien vemos, ¿cómo podremos amar a Dios a quien no vemos? (cf. 1Jn 4,20). Si no amamos a Dios en su forma visible ¿cómo podremos amarlo en sí mismo?».
«Los pecados de un hombre de acción
(Para un examen de conciencia).
Creerse indispensable a Dios. No orar bastante. Perder el contacto con Dios.
Andar demasiado a prisa. Querer ir más ligero que Dios. Pactar aunque sea ligeramente con el mal para tener éxito.
No darse entero. Preferirse a la Iglesia. Estimarse en más que la obra que hay que realizar, o buscarse en la acción. Trabajar para sí mismo. Buscar su gloria. Enorgullecerse. Dejarse abatir por el fracaso. Aunque más no sea, nublarse ante las dificultades.
Emprender demasiado. Ceder a sus impulsos naturales, a sus prisas inconsideradas u orgullosas. Cesar de controlarse. Apartarse de sus principios.
Trabajar por hacer apologética y no por amor. Hacer del apostolado un negocio, aunque sea espiritual.
No esforzarse por tener una visión lo más amplia posible. No retroceder para ver el conjunto. No tener cuenta del contexto del problema…»
París, en noviembre de 1947.
«Una consecuencia aún más grave de la vida social desmedida es el mayor encono que adquiere la lucha social. Enorme es el escándalo de quienes ven gozar a un sector de la sociedad de todas las delicias de la vida, mientras ellos carecen de todo. Es horrible el contraste entre quienes nadan en la abundancia y quienes se ahogan en la desesperación de la indigencia. Esto va enconando día a día los ánimos.
El contraste es demasiado horrible. No decimos que sea injusto ese despilfarro, pero sí, al menos en las circunstancias actuales, es subversivo. Subversivo es hacer la revolución y más subversivo aun, provocarla».
«Dios es amor, eso significa que sus designios al llamarme a esta vida son designios de amor. Dios es Padre, Padre de verdad pues me ha comunicado su naturaleza. La paternidad humana es muy débil para indicar hasta dónde Dios es Padre respecto a mí. Un Padre tal, que para hacernos en realidad sus hijos no temió sacrificar a su Hijo eterno, al Hijo de Dios. Así amó Dios al mundo que nos dio a su único Hijo. El Hijo de Dios se hizo hombre, para hacer a los hombres hijos de Dios. Para que nos llamemos hijos de Dios, y lo seamos de verdad, hecho central de toda la revelación cristiana».
Discurso en el aniversario de la Congregación de los Sagrados Corazones, el 14 de diciembre de 1946.
¿Saber un poco más?
Escritor
"San Alberto Hurtado dejó una decena de libros publicados y miles de páginas manuscritas. La vigencia de su pensamiento queda demostrada en cada uno de estos títulos, en los que se conjuga su gran preparación profesional -abogado, teólogo, sacerdote, doctor en Psicología y Educación- con un enorme conocimiento del mundo". Fuente: Biblioteca de documentos de la Fundación Padre Alberto Hurtado.
"El cura rojo"
Pese a su pública militancia dentro del Partido Conservador, de derecha, en su apasionante defensa por los pobres y los derechos de los trabajadores, se ganó una etiqueta dentro de los sectores más opulentos de la sociedad chilena: "el cura rojo" o "el cura comunista".
La camioneta verde
El Padre Hurtado compró una Ford Pick-up de 1946, de color verde, con la que trasladaba personas indigentes desde los bordes de los ríos hacia el Hogar de Cristo, en Estación Central. "Es considerada una reliquia de tercer grado y actualmente se exhibe en el hall del Museo Alberto Hurtado", según informa la página de la Fundación Padre Alberto Hurtado. Actualmente sigue funcionando.