Cada 2 de febrero, la comunidad católica celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada en honor a los miles de hombres y mujeres que dedican su vida al servicio social y en conmemoración de la presentación de Jesús en el templo. Paralelamente, se rinde homenaje a la Virgen de la Candelaria.
¿Y qué tiene qué ver la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén con la Virgen de la Candelaria y los llamados consagrados?, se preguntará usted. Pues le explicamos:
- Cuando María y José acudieron al templo, obedecían a dos tradiciones de las leyes judías: presentar el niño ante el Señor y hacer esto último una vez cumplidos los días de la purificación después del parto…
«Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido. Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ella, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor»
Lucas 2: 21-22
- Pues bien, gracias a la misma reseña de Lucas, sabemos que allí, en aquel día, un hombre que servía a Dios, llamado Simeón, acudió a conocer al niño conciente de que tenía frente a sí al profetizado Salvador del mundo.
«Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, Simeón le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra, porque han visto mis ojos tu salvación».
Lucas 2: 25-30
- La tradición católica de conmemorar este episodio incluye un paralelismo entre los consagrados y Simeón; compara a los hombres y mujeres entregados al servicio cristiano con el varón de Dios que pasó a la historia por creer en Dios y servirle guiado a través ese vínculo especial con el Espíritu Santo.
- Por otra parte, en alusión al rito de purificación de María, los católicos celebramos el Día de la Virgen de la Candelaria, cuya imagen se caracteriza por una vela que porta la madre del Señor, representando con esta llama la anunciada luz del mundo, el nacimiento de Cristo.
¿Quiénes son los consagrados?
La vida consagrada está conformada por todos los bautizados que se consagran a Dios a través del rito de profesión o el de consagración de vírgenes. Estos fieles se comprometen a vivir la pobreza, castidad y obediencia, a través de emisión de votos o promesas.
Las ramas de la Iglesia Católica que hacen este ofrecimiento incluye a los institutos de vida contemplativa (varones y mujeres en comunidades claustrales); institutos de vida apostólica (congregaciones religiosas masculinas y femeninas, sociedades de vida apostólica); institutos seculares; orden de las vírgenes consagradas y nuevas formas de vida consagrada.
Según estadísticas publicadas en octubre de 2016 por la agencia vaticana Fides, hay en el mundo mil 245 obispos pertenecientes a órdenes religiosas; 134 mil 816 sacerdotes religiosos; 612 diáconos permanentes religiosos; 54 mil 559 religiosos no sacerdotes y 682 mil 729 religiosas.
Fuente: Aciprensa
Honra a los consagrados
El Papa Francisco celebró este sábado 1 de febrero una misa en la Basílica de San Pedro, con motivo de la XXIV Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Al respecto, volvió a reconocer el trabajo de estos cristianos destacando su visión elevada: “Quien tiene la mirada en Jesús aprende a vivir para servir (…). No espera que comiencen los demás, sino que sale a buscar al prójimo».
“En la vida consagrada, ¿dónde se encuentra al prójimo? En primer lugar, en la propia comunidad. Hay que pedir la gracia de saber buscar a Jesús en los hermanos y en las hermanas que hemos recibido. Es allí donde se comienza a poner en práctica la caridad: en el lugar donde vives», añadió.
Por: Yesenia Chapeta.